En un principio, los fenómenos sociales que rodeaban al ser humano; e inclusive las complejidades del mismo, se explicaban únicamente desde una perspectiva filosófica. Sin embargo, la curiosidad científica es una característica inherente a nuestra especie por lo que, a pesar de los tropiezos, se ha tendido a sistematizar no solamente los conocimientos que se refieren a las ciencias que están “fuera” del ser humano (las llamadas ciencias duras), sino también aquellas que lo estudian en su comportamiento, manifestaciones culturales, etcétera, conformando así un complejo llamado Ciencias sociales.
El hombre es el único ser de la naturaleza que se ha creado a sí mismo desde el punto de vista social: esto tiene que ver con su actividad consciente. Los aspectos más importantes de su actividad social son, en primer lugar, su acción sobre la naturaleza y, posteriormente su acción sobre sí mismo.
La especie humana es la que nace más desprovista de elementos para sobrevivir. Por ello, fue necesario que se reuniera en grupos que le permitieron llevar a cabo cambios en su entorno que dieron posibilidad de que se desarrollara.
